El libro es el enamorado que nos regala una rosa

Por Astrid Lander

El Festival Sant Jordi, de origen catalán, es un ritual que adoptamos en Caracas desde hace unos años, a manera de conquista amorosa, para conmemorar el día internacional del libro.

Recordemos un poco la historia de esta celebración: el 23 de abril se celebra en Cataluña el día de Sant Jordi, el santo caballero protector, quien apuñaló el corazón del dragón para defender a la princesa. De la sangre del dragón nació un rosal. Desde entonces se festeja esta fecha, que coincide con el día mundial del libro, y entre la mezcla de costumbres y tradiciones, que datan de la edad media, se disfruta una fiesta popular en la que se regalan libros y rosas.

Con el auspicio de la Cámara Venezolana del Libro, la Embajada de España y la Alcaldía de Chacao, los caraqueños hemos disfrutado cuatro afortunados días plenos de sol y solaz en la Plaza Altamira. Es de gran acierto la escogencia de este espacio para pasear entre libros y escritores, conversatorios, foros, bautizos y firma de libros.

Es así como en lo urbano se logra la convivencia tranquila, segura y amena de sus habitantes, concilia la reunión de familias y niños para la iniciación y resguardo de una mente sana y una vida cultural.

Entre los atractivos de esta festiva reunión estuvo una lectura de poemas de Neruda, por distintos poetas venezolanos, también, el recital poético-musical de las poetas venezolanas Bettsimar Díaz y Mariela Casal, la presentación exitosa de Leonardo Padrón, quien va por su libro Los imposibles 3, la participación de comunicadores sociales reconocidos, César Miguel Rondón, Iván Loscher, Luis Chataing, Eli Bravo. También los niños tuvieron su divertimiento con el liderazgo de Harry Potter. Y otros eventos más se desenvolvieron en este lugar de unión del caraqueño, distribuido entre la Tarima La Pérgola, donde se desenvolvían los espectáculos, los stands ubicados en los laterales del Obelisco, y la parte frontal e inferior del mismo, que estuvo destinado a las actividades para los niños.

De Brasil, nos visitó el autor Fernando Morais, quien presentó el libro El mago, una biografía autorizada de Paulo Coelho, y desde España vino Gabi Martínez, con su libro Los mares de Wang. Ambos, junto con el escritor anfitrión Rafael Arráiz Lucca, conversaron sobre la literatura de viajes como género literario, la disposición de escribir un libro con la válida justificación de un viaje por medio. Cabe imaginar que estos dos autores visitantes vuelvan de nuevo y se animen a la aventura de hacer un libro de viajes sobre Venezuela.

Lo que sí ha de aumentar para el año venidero es la oferta de títulos y abarcar más producción editorial reciente. Otra sugerencia, es respetar los horarios del programa pautado, a tal efecto, es conveniente espaciar para prevenir si se pasa de tiempo un evento y así no retrasar el próximo. O si se suspende un evento, cubrir y alternarlo. Otro punto a enmendar es el sonido, el cual presentó problemas técnicos. Así, el evento que provenía de España, titulado: Greguerías Onduladas, Poesía Visual y Sonora, estuvo afectado por ello. Es importante que lo perfectible se tenga en cuenta para solucionarlo el año que viene.

Este Festival Sant Jordi es una reunión anual que hemos de apoyar con nuestra masiva asistencia y preservar por su continuidad, y más, ampliar su alcance para unificar esta conmemoración interrelacionándonos con España y con los países que nos circundan, para enriquecernos, y postular al mundo la magnificencia de la literatura venezolana, que merece un gran ramo de rosas.

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